¿Algún día el maestro será sustituido por las máquinas?

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sábado, 2 de abril de 2011

viernes, 11 de marzo de 2011

COMENTARIO DE FRANCISCOOOO

Instituto nacional para la Evaluación de la educación, (2006) “Perspectivas para el futuro de la evaluación en México” MAESTRANTE: FRANCISCO LOPEZ VELOZ
SEMINARIO: LA EVALUACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL
CONDUCTOR: MAESTRA ETHEL LOPEZ CANO
COMENTARIO

Realizar una vigilancia permanente del sistema educativo mexicano, basada en un sistema de evaluación que le permita dar cuenta de la tan buscada calidad de la educación pero que considere la heterogeneidad del mismo sistema a si como las condiciones de aprendizaje y enseñanza en el que se entretejen las actividades de los maestros en cada una de sus escuelas asi como el nivel y la modalidad que se atienda.

Hablar de calidad educativa es entonces hablar de una evaluación de calidad que este bien determinada y diseñada y para esto debe cumplir algunas condiciones como: la pertinencia de los estándares, la validez y confiabilidad de métodos e instrumentos, eficiencia de los procedimientos, objetividad, mesura y contextualización de los juicios, la amplitud, oportunidad y transparencia de la difusión y la legitimidad. Este último aspecto es el que requiere de una gran atención por parte de los evaluadores, para que los resultados que son del dominio público sean realmente reconocidos a partir de su contextualización, porque tal pareciera que las evaluaciones en nuestro sistema se estandarizan como si todos los centros escolares tuvieran las mismas características.

A través del recorrido que he realizado por lo que expone el INEE, concuerdo con la necesidad de crear instituciones que realicen una evaluación de manera efectiva, siempre garantizando la calidad de la educación. Pero ¿Qué implica realizar una verdadera evaluación de calidad? ¿La calidad en la educación depende de la evaluación o de la preparación y el conocimiento que se tenga de los de los contenidos? La evaluación dejara de ser un proceso complejo y subjetivo si se aplica con base a los estándares mismos de la evaluación, para de esta manera dar fiabilidad a los resultados que se obtienen y reconsiderarlos para los usos que se requieren, ya sea para ingresar a un nivel superior, para realizar una evaluación consensada(ENLASE) o evaluar al mismo sistema educativo.
Instituto nacional para la Evaluación de la educación, (2006) “Perspectivas para el futuro de la evaluación en México” MAESTRANTE: FRANCISCO LOPEZ VELOZ
SEMINARIO: LA EVALUACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL
CONDUCTOR: MAESTRA ETHEL LOPEZ CANO
COMENTARIO

Realizar una vigilancia permanente del sistema educativo mexicano, basada en un sistema de evaluación que le permita dar cuenta de la tan buscada calidad de la educación pero que considere la heterogeneidad del mismo sistema a si como las condiciones de aprendizaje y enseñanza en el que se entretejen las actividades de los maestros en cada una de sus escuelas asi como el nivel y la modalidad que se atienda.

Hablar de calidad educativa es entonces hablar de una evaluación de calidad que este bien determinada y diseñada y para esto debe cumplir algunas condiciones como: la pertinencia de los estándares, la validez y confiabilidad de métodos e instrumentos, eficiencia de los procedimientos, objetividad, mesura y contextualización de los juicios, la amplitud, oportunidad y transparencia de la difusión y la legitimidad. Este último aspecto es el que requiere de una gran atención por parte de los evaluadores, para que los resultados que son del dominio público sean realmente reconocidos a partir de su contextualización, porque tal pareciera que las evaluaciones en nuestro sistema se estandarizan como si todos los centros escolares tuvieran las mismas características.

A través del recorrido que he realizado por lo que expone el INEE, concuerdo con la necesidad de crear instituciones que realicen una evaluación de manera efectiva, siempre garantizando la calidad de la educación. Pero ¿Qué implica realizar una verdadera evaluación de calidad? ¿La calidad en la educación depende de la evaluación o de la preparación y el conocimiento que se tenga de los de los contenidos? La evaluación dejara de ser un proceso complejo y subjetivo si se aplica con base a los estándares mismos de la evaluación, para de esta manera dar fiabilidad a los resultados que se obtienen y reconsiderarlos para los usos que se requieren, ya sea para ingresar a un nivel superior, para realizar una evaluación consensada(ENLASE) o evaluar al mismo sistema educativo.

jueves, 3 de marzo de 2011

Un mito, una realidad: la evaluación

Por: Ethel López cano






“Tarde de verano,
Buena música en la radio,
Llevamos 10 Mín. …”


…En el horizonte, los tenues rayos del sol del amanecer, se filtran por el aula, el aroma del café impregna el ambiente, el constante goteo del agua que cae, rompiendo la monotonía del silencio que se extiende y reina en los pasillos, en el centro del aula, un auditorio que ansioso espera; llevando a cuestas el enorme peso de versar sobre la evaluación como un tópico de reflexión constante y de análisis, pero sobre todo como un procesos sistemático que tendrán que implementar en los proyecto de intervención, que están desarrollando para transformar su realidad educativa, pero al mismo tiempo implica evaluar los procesos de enseñanza – aprendizaje en tres: dimensiones: diagnóstica, procesual y final, en virtud de que la evaluación es parte esencial de su tarea escolar. Dentro del curso tendrán que analizar los resultados derivados de la evaluación del sistema educativo estatal, desde una postura crítica, asumiendo la responsabilidad de ser parte del sistema. Y por si fuera poco dentro del seminario viven la experiencia de ser evaluados.
La pregunta fluye en el aire: cuál es la importancia de la evaluación en la vida de las instituciones y de los sujetos, cómo puede ser motor de cambio y eje transformador de los destinos educativos, Cómo percibimos la práctica evaluativa que se desarrolla en nuestros recintos escolares, Cuáles son los mitos y realidades de la práctica evaluativa de la que hoy somos participes, como la evaluación está presente en el sistema educativo nacional.
A mi mente viene a aquella vieja historia contada hace ya algunos años en el laboratorio de docencia: “dos pueblos vivían en constante lucha, a pesar de que tenían rasgos comunes: fisonomía, cultura, código lingüístico, por mencionar, existía una gran rivalidad que databa de años atrás; todos los días, ambos pueblos tenían una frontera común que atravesar donde eran capturados por ambos ejércitos para morir o ser esclavos, el factor sorpresa era decisivo para el triunfo o la derrota, por lo ambos ejércitos vivían pensando en la estrategia para vencer a sus contrincantes. Uno de ellos, descubrió que existían palabras que se les dificultaba pronunciar al enemigo, por lo que les podía servir de salvoconducto, salvando así miles de vida. El temor de la población era en el momento de cruzar la línea fronteriza, ya que sí olvidaban el termino, o no lo pronunciaban correctamente, eran apresados o en su mejor caso, muertos.
De ahí el temor colectivo a ser examinados, ya que esto significaba la muerte, este miedo se ha se ha ido transmitiendo de generación en generación a través del tiempo y del espacio, quien no recuerda el temor que aprisiona cuando se presenta un examen a través del cual se asignará un valor, los días de angustia, en que fuimos sometidos a las presiones de un examen, a la exigencia de la calificación con el cual se etiquetaría nuestra imagen durante un ciclo escolar: de nerd o popular, porque aunque parezca poco creíble en esta era del conocimiento, con los avances científicos y tecnológicos en la sociedad contemporánea, con un horizonte teórico donde han ido cambiando las perspectivas educativas; en el aula escolar están pasando de la enseñanza centrada en el maestro al aprendizaje centrado en el estudiante, práctica que requiere un compromiso muy activo por parte de éste último y la exploración, entre otros, por parte del primero de métodos de evaluación más efectivos; existan dentro de los muros escolares algunos docentes para quienes evaluar( 1) es hacer pruebas, aplicar exámenes ( 3), revisar resultados y adjudicar calificaciones, cuando en todo caso, lo que hacen con ello es medir el aprovechamiento escolar.
La calificación obtenida, aun cuando esta sea determinada con absoluta justicia por instrumentos cuya confiabilidad rigurosa, sólo indica cuánto sabe el alumno, pero lo deja (al alumno) totalmente ignorante de qué sabe, cómo lo sabe y lo más importante, gracias a qué sabe lo que sabe. Y para los docentes sólo es la suma de números que no representan nada pero que puede ser utilizada como un arma por sus superiores para remarcar lo que hacen y no hacen dentro del desarrollo de los cursos, en el mejor de los casos resulta un trámite burocrático, de asignación numérica, de ahí que la calificación sirva poco educativamente hablando, y que sea tan estéril para orientar acciones de mejora en pro de la enseñanza. En este punto es necesario aclarar que hablamos de la medición entendida como el proceso de comparar para determinar el grado o la amplitud de alguna característica asociada con un objeto o persona.
H ablar de la evaluación( 4), es un tema que de pronto se torna escabroso por las implicaciones y las posiciones controvertidas y polémicas no sólo desde una perspectiva política, sino también desde la pedagógica y la didáctica, por el papel que tiene en el aula ya que trastoca momentos cruciales para el desarrollo de los cursos, en el lenguaje cotidiano, el concepto de evaluación es polisémico porque éste se impone o no en la práctica según las necesidades mismas de la evaluación y en función de las diferentes formas de concebirla, podemos hablar de evaluaciones diagnósticas, evaluación de proyectos, evaluación bimestral, evaluación final, evaluación cualitativa y cuantitativa(2) , evaluación por competencias, evaluación del desempeño docente, evaluación de centros escolares, en fin un solo nombre con varios adjetivos (que a su vez implican diversos momentos en la vida dentro del ámbito educativo) nos asustamos al oírlos, o nos confundimos; o las dos cosas. Por tales razones, siguiendo el ejemplo de Enrique Krauze con su "democracia sin adjetivos" ya que para él sólo es sustantivo, nos quedamos simplemente con el concepto de evaluación, entendido como un proceso continuo de reunión e interpretación de información para valorar las decisiones tomadas en el diseño de un sistema de aprendizaje, desde que inicia el proceso, hasta que termina, no sujetas al azar, si no que se encuentra dirigido hacia una meta específica y su finalidad es encontrar respuesta sobre la forma de mejorar, transformar, cambiar, modificar, para ello se requiere el uso de instrumentos de medición exactos y adecuados para reunir la información que les facultará saber cómo progresa, cómo resultará al final y cómo mejorarla para la próxima vez, que tiende a desarrollar en el docente las habilidades para realizar un análisis de todo el proceso de enseñanza aprendizaje en su dimensión más simple: hace referencia a un proceso por medio del cual alguna o varias características de un alumno, de un grupo de estudiantes o un ambiente educativo, objetivos, materiales, profesores, programas, etc, reciben la atención de quien evalúa, se analizan y se valoran sus características y condiciones en función de parámetros de referencia para emitir un juicio que sea relevante para la educación.
… El grupo murmura, los rostros, reflejan sorpresa, angustia y quizás un grado de temor, las manos de manera automática comienzan a levantarse, hacen uso de la palabra en tropel, atropellándose las ideas unos, con otros, (pero en mi mente la eterna cháchara, se ha convertido en un ligero zumbido, que poco a poco taladra mi cabeza, mis ojos recorren los rostros como en busca de la respuesta que logre desentrañar el hilo negro), Medito (pero sin encontrar sentido) . . .
El proceso de evaluación, es un proceso sistemático y planificado posterior al momento académico que se desarrolla con las secuencias didácticas, que indiquen en qué medida se logra el impacto social transformador, pero que también dé cuenta de los alcances obtenidos en los alumnos, permitiéndole al profesional de la docencia la implementación de actividades que reorienten su pràctica y la secuencia didáctica, para ello el proceso que se presenta, se establece considerando: la finalidad, la unidad de evaluación, la toma de decisiones, el rol del evaluador, el enfoque de evaluación y el proceso metodológico a seguir; donde se manifieste el uso de los nuevos conocimientos y habilidades adquiridos por el profesional; que refleje el uso de instrumentos de la llamada evaluación alternativa, de cambios en el pensamiento y en las mentalidades, para lograr realmente los fines propuestos, desde el prisma de la acción comunicativa, que es donde realmente el hombre se expresa como sujeto que piensa, siente, actúa, valora y se comunica, para la verdadera transformación de los paradigmas que imperan en torno a la evaluación. Pero que al mismo tiempo sea un crisol bajo el enfoque de la evaluación como proceso investigativo, como alternativa de interpretación de los resultados para encontrar soluciones viables a problemas, el poder hacer del acto de juzgar una nueva creación, poder mejorar la práctica educativa.
El poder analizar los resultados permiten y localicen e infieran los puntos de contradicción y articulación entre esos sistemas de evaluación y las políticas educativas, a fin de valorarlos, reconocer el estado que guarda actualmente el sistema educativo y reafirme el compromiso social que tienen para con la calidad de la educación.

Todo gira en tropel en mi mente… un vacio que llena, que aprisiona…



Notas.
1. Tyler en los años cuarenta quien al plantear la educación como un proceso definió a la evaluación como una instancia en que debía establecer en qué medida se habían alcanzado los objetivos establecidos inicialmente.
2. Desde el paradigma cuantitativo ésta puede ser entendida como objetiva, neutral y predictiva, de manera tal que centra en la eficiencia y la eficacia. Lo que se evalúa es pues, los productos observables, Pero desde una perspectiva cualitativa, por el contrario, la evaluación se centra en reconocer lo que está sucediendo y comprender qué significado esta tiene para las diferentes personas, en este caso no solo se evalúa el producto sino también el proceso. Para un tercer paradigma, el crítico, la evaluación no solo se centra en recoger información sino que también implica diálogo y autorreflexión.
3. Tal como señala Foucault: “El examen combina las técnicas de la jerarquía que vigila y las de la sanción que normaliza. Es una mirada normalizadora, una vigilancia que permite calificar, clasificar y castigar. Establece sobre los individuos una visibilidad a través de la cual se los diferencia y se los sanciona.
4. Desde una perspectiva didáctica, el concepto implica juzgar la enseñanza y juzgar el aprendizaje; atribuirles un valor a los actos y las prácticas de los docentes y atribuirles un valor a los actos que dan cuenta de los procesos de aprendizaje de los estudiantes. Desde una perspectiva didáctica, significa también el estudio de las relaciones y de las implicancias del enseñar y aprender. En esta situación bipolar y de mutuas relaciones, tales acciones en el contexto de la didáctica tuvieron significaciones diferentes. La evaluación de las prácticas fue planteada como un tema de supervisión docente y tuvo la característica del control de la actividad. No se la planteó como metodología para el mejoramiento de las prácticas, sino que adquirió un lugar de reconocimiento de su existencia. Instancias muy formales o totalmente formalizadas a través de un instrumento permitieron acreditar o reconocer la existencia de dichas prácticas para la continuidad del ejercicio docente.

Bibliografía:
IMBERNÓN, Francisco, “Reflexiones sobre la evaluación en el proceso de enseñanza-aprendizaje. De la medida a la evaluación", en Revista Aula de Innovación Educativa Nro 20, Año II
TYLER, Ralph , “INTRODUCCIÓN Cap. 1”, en: Principios básicos del currículo, Troquel, Buenos Aires.

viernes, 18 de febrero de 2011

ACERCA DE

Se puede decir con un buen grado de incertidumbre, que en las próximas décadas la estructura del sistema educativo será cada vez más rectangular; que en los siguientes veinte años la presión por ingresar al sistema educativo disminuirá en la educación básica y crecerá en la educación superior y se puede predecir que los índices de cobertura y retención mejorarán de manera lenta y progresiva.
Se parte de la idea de que el momento presente es una construcción formada por datos y argumentos, el presente es poroso a la interpretación del pasado y está repleto de futuro. Se postula que conectando datos y argumentos se puede recortar el momento presente, pero asumiendo que tal conexión además de provisional y revisable, es radicalmente incierta y débil. De lo que se trata es de hacer legítima la ambigüedad de que en toda mirada sobre el presente, se intentará que tengan cabida tanto las expectativas como el escepticismo.
Se hace una reconstrucción a grandes brochazos del sistema escolar, gestionado por el Estado, que se le conoce a través de indicadores elaborados por especialistas, el sistema delinea la educación como aquello que gestiona el Estado: conformar condiciones básicas de igualdad social y unidad cultural. El sistema educativo surge con el Estado moderno y se requirió que la educación se tornara en relevante para la vida, para el trabajo, para la vida pública. El conocimiento ha sido el recurso y el gran desafío del sistema educativo.
Se hace referencia a las metáforas del sistema: la formación del individuo, la unidad nacional y el mercado de trabajo, las tres coexisten, se entrelazan y compiten en forma desequilibrada. Los educadores creyeron encontrar en la formación de los sujetos el argumento y la vía de acceso al mundo nuevo. Freire y Piaget tienen el mérito de colocarlas como el interés central del sistema educativo. El sistema educativo se propone la formación de sujetos morales, por ello la escuela está orientada al aprendizaje de contenidos en campos relacionados con la cultura, con la geografía, con la historia y no al aprendizaje de esquemas y mecanismos que requiere la convivencia democrática.
El mercado se ha posesionado poco a poco del sistema educativo, la educación ya no se concibe como el instrumento prioritario de lucha contra el despotismo, sino como un factor para el desarrollo económico. La metáfora del mercado ha ganado terreno en el imaginario social. Para muchos el mercado ha llegado a convertirse en referencia moral, en la medida en que para ellos la buena vida se refiere al acceso y distribución de bienes; pero el sistema educativo nunca resolvió el asunto de ser al mismo tiempo un sistema de formación ciudadana y uno de formación profesional, lo que ha provocado una profunda crisis.
Las tres metáforas coexisten, se entrelazan y compiten, pero la cuestión es si prevalece alguna de las tres o si se podrá imponer una combinación de ellas. A partir de los noventas el entorno del sistema está sometido a un nuevo dogma, cuyo referente es el mercado, la integración económica y el desarrollo tecnológico. Se predice un mundo nuevo donde el conocimiento será el principal valor productivo y social y es posible que la sociedad del conocimiento inyecte un nuevo aire y reconstruya la legitimidad social del sistema educativo. La formación ciudadana transita por tres campos interconectados: el moral, el cognitivo y el legal; que deberán ser las coordenadas de un sistema reflexivo de aprendizaje de la democracia. Tal sistema deberá tomar las construcciones ejemplares de Piaget y de Kohlberg respecto al aprendizaje y al desarrollo de la conciencia moral.